Comprar cámaras réflex, objetivos o cámaras de vídeo es algo cada vez más habitual en personas que no se dedican al mundo de la fotografía. Se trata de un hobby con muchos adeptos, desde aquellos que se van cada fin de semana a la montaña a hacer sus sesiones de fotos hasta aquellos que solo desean sacar las mejores fotos de sus vacaciones de verano. Y por qué negarlo, es un pasatiempo un poco caro. Por lo menos su inversión inicial.